Ya se sabe que, a corto plazo, son muchas las circunstancias que se van a ver trastocadas por las elecciones generales del 23 de julio, pero incluso a largo plazo los comicios ya dejan sus primeras grandes consecuencias en el aire. En el plano educativo, por ejemplo, la futura Evau de 2024 queda al albur de lo que suceda con el nuevo Gobierno de España. Cuando ya se daba por hecho que la prueba de este año iba a ser la última con el formato tradicional, centrado en ejercicios memorísticos, la disolución de las Cortes Generales da un giro inesperado en la previsión de aplicar el próximo año una Evau con preguntas más competenciales, en las que se apliquen más conocimientos.

El Ministerio de Educación dirigido por la aragonesa Pilar Alegría ya ha comunicado que la aprobación del decreto que regula el cambio de la Evau en 2024 queda pospuesto para después de las elecciones. Es decir, los plazos se van a dilatar. Sin embargo, es la ley de Educación (la Lomloe) la que marca que este nuevo formato de prueba, sí o sí, se tiene que aplicar de manera transitorio desde 2024 hasta 2028. Por tanto, la Evau por ley debe cambiar el próximo año, pero ¿qué pasará con la conocida como ley Celáa si acaba gobernando la derecha?

Ahí está la cuestión. Si el PP se alza con el poder, en solitario o con el apoyo de Vox y otras fuerzas, la opción de retirar la ley de Educación gana enteros. En su momento ya se posicionaron en contra de la Lomloe pero es que, además, esto es lo que ha pasado en España en sus más de 40 años de democracia cuando ha cambiado el gobierno: el país suma ya ocho leyes educativas.

Desde la Universidad de Zaragoza, el rector José Antonio Mayoral llama a ser «prudentes» respecto a lo que pueda pasar en 2024. «Hay que afrontar el escenario que se abre con normalidad y a ver qué pasa el próximo año. La Evau tiene un modelo que viene funcionando bien y desde la universidad vamos a seguir apostando por él», señalo en declaraciones a este diario.

Moratoria

En todo caso, desde el campus aragonés, junto a las universidades de otras 16 comunidades autónomas, ya manifestaron hace unas semanas su contrariedad con la nueva Evau de 2024. De hecho, solicitaron de manera conjunta al Ministerio de Educación una moratoria de un año porque, entre otras cuestiones, consideraban "inviable" realizar la prueba a tiempo bajo los nuevos parámetros de los exámenes.

Educación rechazó esta posibilidad de inmediato, pero la petición de las universidades se hizo antes del anuncio electoral de Pedro Sánchez, un hecho que ahora, de alguna manera, les da un ‘respiro’ al dejar en el aire qué pasará con la Evau de 2024.

En todo caso, el rector Mayoral matiza. "La moratoria que se pidió, en concreto, se refería a algunas asignaturas. Además, manifestamos que lo correcto es que los exámenes duren 90 minutos (la Evau de 2024 apunta a 105 minutos). Esta es una de las principales peticiones y creemos que podría mantenerse", apunta Mayoral.

"Factor de crecimiento"

Lo que parece claro es que la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) mantiene su idea de solicitar "como mínimo" una "revisión entera" de la Evau de 2023. "Al final todo dependerá de lo que pase con la Lomloe, pero esperamos que se aborde de manera sensata. Los experimentos de este tipo no suelen salir bien. Si se hace un cambio tiene que ser, gobierne quien gobierne, de la mano de todos", indica Mayoral.

Ante el nuevo escenario político que se abre y los posibles cambios de Gobierno, tanto a nivel autonómico como nacional, el rector de la Universidad de Zaragoza espera que sean "gobiernos inteligentes, que sigan apostando por la universidad como un factor de crecimiento y motor económico y social. No tengo ninguna duda de que será así, gobierne quien gobierne. Necesitamos que la universidad sea fuerte", recalca Mayoral.

Incertidumbre y carga laboral en los institutos

En el contexto actual, lo único que es seguro es que los casi 6.500 estudiantes aragoneses que a partir de este martes y hasta el jueves se examinarán de la Evau lo harán bajo los criterios de siempre, pero los alumnos de 1º de Bachillerato a quienes les tocará el turno en 2024 (y que ahora están definiendo sus itinerario de asignaturas para 2º de Bachillerato) no saben qué prueba tendrán que realizar. «La situación nos genera mucha incertidumbre. Los chavales nos preguntan qué pasará, también las familias, pero no podemos darles mucha información», explica Pilar García, presidenta de la Asociación de Directores de Institutos de Aragón (Adiaragón).

«Es complicado, sobre todo porque el alumnado de 1º de Bachillerato está trabajando ya las prescripciones de asignaturas para el año que viene. Cuando se publicaron las ponderaciones de materias para la Evau de 2024, les pasamos esa información para que revisarán sus preferencias y alguno hizo cambios», asegura. «Ya este curso, el cambio normativo de la Lomloe nos exigió cambios en la programación de 1º de Bachillerato. Ha sido una carga burocrática extra porque no hay que olvidar que la futura Evau supone un cambio de paradigma en el enfoque, más competencial, y se ha tenido que adaptar todo. El próximo curso será el turno de 2º de Bachillerato» apunta García.

«No se puede hacer todo a última hora. Lo que demandamos es que haya un pacto educativo porque hay cuestiones como la educación que no debería someterse a los vaivenes políticos. Hay situaciones que deberían quedar al margen», apunta García. 

El cambio de la Evau responde a la necesidad de adaptar las pruebas al aprendizaje competencial que proponen los nuevos currículos de la Lomloe. Con la modificación se busca comprobar si los estudiantes pueden aplicar en el mundo real lo aprendido, por lo que la prueba será más competencial y menos memorística. Por ello, entre las novedades figura un ejercicio general de madurez, que no todo el mundo comparte.

En marzo, un total de 2.000 alumnos del país realizaron una prueba piloto de la nueva Evau para hacerse una idea de cómo será la prueba. Participaron todas las comunidades menos Aragón, País Vasco y las gobernadas por el Partido Popular.